“POR ASALTO” ES LA OBRA QUE SE ESTRENA EN ARTEATRO QUE MUESTRA A UNA PAREJA FUERA DE LO COMÚN.
La pieza de Julián Martín de Salazar “Por asalto” se estrena en la Sala Arteatro –Canelones 1136- los sábados a las 20 horas. Con las actuaciones de Carolina Roríguez y Juan Pablo García, quienes también dirigen la puesta en escena.
“Por asalto” es la historia de Fanny y Carlos, una pareja fuera de lo común, a quienes vivir y trabajar juntos los convirtió en peores enemigos. Hay una sola cosa que es capaz de unirlos, pero también puede separarlos para siempre…
La pieza es un paso de comedia, pero es también una excusa. Es un disparate cómico-lírico y también un pretexto. Dos personajes escapados del autor y haciendo una guiñada al teatro dentro del teatro.
La obra posee distintos cuadros: el primero basado en “Por Asalto” (Madrid, 1908), plantea un diálogo entre los dos personajes, Fanny y Carlos, ambos pertenecientes a la burguesía española.
La obra es un constante ir y venir de los personajes en busca del amor. Se muestra una moral envuelta en ribetes histéricos, muy de moda en aquella época.
El segundo cuadro, pertenece al sainete “Caricaturas” (Eliseo Gutiérrez y León Alberti – 1926). No exento de locura revela el oficio de estas dos personas, “actores cómicos”.
Aquí se ve el difícil vínculo de dos ligeramente malos actorcillos de provincia. El desencadenante del cuadro son los celos, tanto artísticos como profesionales.
El tercer cuadro refiere a las quejas que estos dos actores le hacen al empresario hablando mal uno del otro con la intención de que esto termine en el despido de su compañero. Entre parlamentos despóticos y llenos de sorna de cada uno hacia los empresarios del teatro, éstos caen en la resolución de despedir a ambos.
UN GÉNERO CASI OLVIDADO
DE COMIENZOS DEL SIGLO XX
El texto se alterna con momentos musicales, y hasta bailables. Pero como se observa en la obra las canciones eran consideradas por los periodistas de la época como “psicalípticas”, rayando lo procaz, lo sexual, lo insinuante. Estas canciones eran las delicias de un tiempo tanto en España como en América Latina, donde los espectadores se regodeaban con las cupletistas.
Otro condimento de estas piezas es la música, con influencias barrocas españolas de los tiempos de Calderón, las operas bufas rossinianas, los valses de Offenbach y las operetas de Lehar, decantaron en el género chico acercando estos ritmos internacionales a las obras, haciendo que el público tuvieran un espectáculo más completo, por momentos cayendo en variedades que iban desde la tarde a la madrugada.
Esta libertad creativa de la que gozó España a principios de siglo XX, se vio amortajada por el yugo de la Guerra Civil. Luego con el nacimiento del cine nacieron nuevos géneros musicales como la copla y aquellos actores ya estaban demasiados cansados y viejos para remontar de nuevo el camino de las candilejas. Solo disfrutaban viendo sus fotos raídas y amarillentas, añorando el tiempo en que eran jóvenes.
Esta propuesta teatral busca acercar al público a esos actores de antaño, por un instante sacarlos del olvido al que están condenados.
Los actores de esta puesta que también son los directores de la misma, aseguran que esta obra también es, “una pelea contra el olvido”.