PEQUEÑO TEATRO DE DURAZNO RECORRE EL PAÍS CON LA OBRA DEL URUGUAYO DANIEL SALOMONE “LA SERVIDUMBRE”
En las presentaciones que Pequeño Teatro de Durazno realiza por todo el país, hizo escala en Montevideo, presentando la obra “La servidumbre” de Daniel Salomone, con dirección de Ricardo Couto y Walter Fumero. Una propuesta interesante, con actores que realizan un trabajo cuidadoso y efectivo.
Crítica: Myriam Caprile
La obra explora los extraños caminos de la mente, con dos personajes que juegan diversos roles sin abandonar al ser que interpretan.
Ella es una dama refinada, pero que los años la llevaron a una decadencia mental, de la que no tiene escape. Él es su fiel sirviente… o eso es lo que parece. Ambos esperan la llegada del esposo, un caballero que suele viajar mucho.
Podría ser una comedia, y por momentos divierte, pero en realidad es una tragedia escondida… como el personaje que se esconde tras los recuerdos que aún le quedan.
La pieza explora el delirio de la ancianidad, pero sin perder la esperanza.
Francisca Medina interpreta a esta mujer perdida en los laberintos de su mente. Un personaje complejo, que la actriz maneja con soltura, dándole una impronta que la hace querible para el espectador.
Mantiene en todo momento ese delirio de saber y no saber, de recuerdos que la invaden de golpe, de ideas que luchan por salir de su mente. Un trabajo muy cuidado sin perder los temblores propios de la enfermedad y la medicación.
Marcos López es el sirviente… que también podría ser el esposo, jugando con los recuerdo para que el amor sea más fuerte y le de felicidad a la dama.
Dos actores que entregan totalmente en el escenario para que los personajes puedan contar una historia por momentos delirante y en otros profundamente dramática.
Un buen texto, muy buenos trabajos de los actores y una atenta dirección para mover a estos dos seres en un espacio pequeño, de lo que sería el estar de una gran casa, tan en decadencia como sus dueños.
Ricardo Couto realizó la dirección de actores mientras que Walter Fumero creó con esmero la puesta en escena.
El diseño de vestuario es de Alejandra Egaña, las luces y sonido de Gonzalo Marrero, la escenografía del propio Fumero.
Felizmente en los últimos tiempos los grupos de teatro del interior del país, pueden visitar la capital para mostrar sus trabajos y así los montevideanos deleitamos con estas propuestas netamente profesionales.
Felicitaciones a Pequeño Teatro de Durazno por salir de su ciudad y hacer que más gente pueda disfrutar de su trabajo.