“FRIDA KAHLO: VIVA LA VIDA” OBRA DE AUTOR MEXICANO DESDE HACE QUINCE AÑOS ACTRIZ URUGUAYA LA REPRESENTA EN DIVERSOS ESCENARIOS
En el año 2005 la actriz uruguaya Adriana Do Reis estrenó la obra del autor mexicano Humberto Robles, en un espacio especial de la Casa de la Cultura del Punta Carretas Shopping, desde ese momento la pieza no dejó de representarse en los más diversos escenarios, en el pasado mes de diciembre de 2018 fue representada para dar comienzo a una nueva sala teatral: La Cretina, en Montevideo, pero en estos años ha recorrido países, barrios y festivales.
Crítica: Lic. Myriam Caprile
Humberto Robles quiso mostrar la vida trágica de la artista plástica mexicana como él Frida Kahlo y eligió un momento específico en la vida de esta mujer que se destacó no sólo por su pintura sino por su lucha diaria por vivir y ser feliz.
Ya a finales del siglo XX Frida se había convertido en un icono de las mujeres que luchan por sus derechos en Latinoamérica.
Cuando Adriana Do Reis tomó el personaje de Frida en aquel 2005 se metió íntimamente en la piel del mismo y ya no la abandonó.
La composición que realiza la actriz es sorprendente, si bien ella aborda diversos personajes en su carrera que nada tienen que ver con Frida, cada vez que vuelve a esta mujer, su actitud cambia y el personaje se vuelve parte de ella.
Hace poco más de un mes volvió a escena en Montevideo, con el motivo de la apertura de un nuevo espacio cultural y su sala teatral “La Cretina”.
La dirección de este unipersonal es de Gerardo Bugarín, quien logra una perfecta simbiosis de la actriz para recorrer los distintos lugares que Frida vive en un día particular de su vida.
Cuando el estreno, los espectadores deambulaban por distintos espacios de una casona antigua, como era la propia vivienda de la artista y así el público tenía momentos más cómplices con la actriz, y tiempos de extremo dolor.
Adriana Do Reis entra en la piel de Frida para contar una historia de dolor, pero que siempre busca la libertad y la felicidad, con una lucha que la acompaña durante toda su vida.
Un trabajo impecable de la actriz, una puesta en escena dónde autor, director y actriz se unen en una amalgama perfecta para lograr un espectáculo profesional, adulto y alejado de la propaganda que puede significar abordar a esta mujer que fue esposa de Diego Rivera, reconocido muralista mexicano, comunista pero que fue llamado a Nueva York por Rockefeller, para realizar un importante trabajo en el seno de la vida económica del país del norte en los años cincuenta.
Una mujer que tuvo muchos amantes, algunos muy reconocidos por la historia del siglo XX, y también fue traicionada, por su esposo y amigos. Sufrió por no tener hijos, pero luchó intensamente por ser libre, en un mundo dónde era muy difícil que las mujeres se destacaran.
La historia que se cuenta parece simple, “transcurre en un singular ‘Día de Muertos’ mientras Frida Kahlo, la reconocida pintora mexicana, espera a sus imaginarios invitados. Ella convoca a Diego Rivera, Trotsky, André Breton, Nelson Rockefeller, sus amigos y familia, entre muchos otros, así como sus experiencias vividas en París y Nueva York. En el recuerdo del accidente que le marcó su vida y arte, surge inevitablemente la presencia de la Muerte, compañera entrañable de su camino por la vida.
Un trabajo imperdible, para conocer más sobre Frida pero sobre todo para ver a una actriz sorprendente en el escenario.
Recomendada totalmente, y si bien de aquella casona pasó a diversos espacios, frontales o circulares, pero sin el traslado de los espectadores, nunca ha perdido ni su vigencia y su sólida puesta la hace tan natural como si se hubiera estrenado en esta semana.
Si la ven en cartelera, o en el barrio no dejen de verla, recomendada totalmente. No se la pierdan.